Más internacionalización
El Ministro de Industria, Turismo y Comercio, José Montilla Aguilera explica que el fenómeno de las deslocalizaciones es inevitable y que cuanto antes lo comprendamos y asumamos, antes estaremos en condiciones de enfrentarnos con eficacia a sus consecuencias. Tiene mucho que ver con la fortaleza de nuestra economía y con las mejores condiciones laborales que han alcanzado nuestros trabajadores en comparación con otros países. Es el resultado de una dinámica en la que las empresas, buscando minimizar sus costes, tratan de implantar las fases de producción y montaje de menor valor añadido en los países de menor coste de mano de obra.
FUENTE | Cinco Días
La deslocalización, además, es un fenómeno previsible, no es un hecho nuevo. Se trata de un fenómeno conocido y connatural al propio dinamismo inherente a la evolución de la economía. Debemos recordar que nuestro país se benefició hace unas décadas de las deslocalizaciones de empresas que abandonaron otros países para instalarse entre nosotros porque entonces los costes salariales eran menores en España que en aquellos.
¿Cuál es la política que aplicamos para luchar contra la deslocalización? Por ejemplo, a corto plazo, estamos defendiendo en instancias internacionales la adopción de medidas que aseguren un equilibrio razonable en el comercio mundial. En este sentido, hemos solicitado a la Comisión Europea la aplicación del procedimiento de urgencia para evacuar consultas con las autoridades de la República Popular de China respecto a los incrementos desmesurados de las importaciones de algunos productos textiles procedentes de aquel país con destino a la UE, para dar más tiempo a nuestra industria textil a apostar por la innovación, la cooperación y la necesaria internacionalización.
A medio y largo plazo, hemos diseñado las políticas que nos permitan enfrentarnos a este problema en los próximos años. En este contexto hay que tener presente que las empresas que se deslocalizan, o deslocalizan parte de su producción, ubican o mantienen las fases de diseño, ingeniería, innovación tecnológica, gestión y comercialización en aquellos países con mejores infraestructuras tecnológicas y personal especializado de calidad. Y ésta es precisamente la oportunidad que debemos aprovechar.
España no puede hoy tratar de competir en el capítulo de los salarios. Ha de valerse de otros factores y entre ellos es imperiosa la necesidad de mejorar nuestra productividad.
Innovación, tecnología, diversificación y especialización de nuestros productos y flexibilidad en las relaciones laborales son las herramientas de competitividad que nos permitirán afianzarnos en los mercados internacionales y sortear los negativos efectos de las deslocalizaciones. Innovación y entornos tecnológicos para atraer los procesos productivos de mayor valor añadido de las empresas multinacionales. Nos interesa quedarnos con los segmentos de mayor intensidad de conocimiento de cada sector. Formación de los trabajadores y flexibilidad de las relaciones laborales para competir con los bajos salarios de los países emergentes.
En el Ministerio de Industria queremos afrontar la deslocalización como un reto que puede abrir un abanico de oportunidades para las empresas españolas si sabemos aprovecharlas. Se pretende trabajar especialmente con las comunidades autónomas, adoptando conjuntamente las medidas necesarias que nos permitan como país afrontar la deslocalización con las mayores garantías posibles de éxito.
El apoyo a las empresas españolas es decisivo, para que salgan al exterior al tiempo que mantienen y refuerzan en nuestro país las fases que aporten más valor añadido al proceso de producción y comercialización. También en la captación de nuevos proyectos de inversión extranjera mediante la creación de la Sociedad Estatal de Promoción de la Inversión Exterior.
Si tenemos éxito en la doble estrategia de atraer a España la producción de empresas multinacionales de alta tecnología y, al mismo tiempo, conseguimos que las empresas españolas se internacionalicen, manteniendo en nuestro país las fases de mayor valor añadido, podemos compensar con creces el efecto negativo de las deslocalizaciones.
Autor: José Montilla Aguilera (Ministro de Industria, Turismo y Comercio)
Un estudio de Industria describe una España al borde del desastre digital
El 'informe Ontiveros' incide en un doble retraso, tanto en el crecimiento de la productividad como en la inserción en la Sociedad de la Información, y propone que se adopte una estrategia urgente de modernización económica.
FUENTE | Expansión
España está expuesta a un elevado riesgo de exclusión digital y marginación de la economía del conocimiento y ello puede tener consecuencias sociales y económicas de gran alcance.
Sobre este crudo diagnóstico pivotan los análisis, conclusiones y propuestas para salir de esta situación que hacen los expertos dirigidos por el catedrático de Economía, Emilio Ontiveros, en la ponencia sobre el Plan de Convergencia, una especie de "libro blanco" encargado por el ministro de Industria, Turismo y Comercio, José Montilla, que quiere llevar a la práctica este mismo año.
Ante esta situación se impone, en opinión de los autores de la ponencia, que el Gobierno adopte como una de las acciones centrales de su actividad, una urgente estrategia de modernización económica del país.
El "informe Ontiveros" que ya está acabado y circulando entre los miembros del Comité Asesor de las Telecomunicaciones y de la Sociedad de la Información (Catsi), será debatido en junio con las Comunidades Autónomas y posteriormente servirá de base para incluir en los presupuestos del próximo año las partidas pertinentes para hacer frente a este "parón digital" español aunque, de momento, el informe no recoge ninguna referencia a cuál va a ser el coste económico o las inversiones requeridas. Inicialmente, se pretende alcanzar, y si es posible superar, el nivel medio de desarrollo de los países europeos mediante un plan cuatrienal.
La primera de las ocho dimensiones consideradas críticas para que se produzca competitividad nacional, según marca la Agenda de Lisboa, es la creación de una Sociedad de la Información para todos. España está muy lejos de cumplir esta condición. Así se desprende de las conclusiones a las que ha llegado la ponencia en la que han participado administraciones públicas, asociaciones empresariales, asociaciones de usuarios, empresas del sector de la Tecnología de la Información y la Comunicación (TIC) y de las telecomunicaciones, sindicatos y colegios profesionales, bajo la supervisión de Red.es como oficina técnica.
España mantiene un doble y grave retraso: en el crecimiento de la productividad y en el grado de inserción en la Sociedad de la Información. Su patrón de crecimiento no es el propio de una economía avanzada. Comparados con los de otros países, los indicadores de crecimiento e inserción en la Sociedad de la Información (inversión en TIC, formación bruta de capital fijo, peso del valor añadido, inversión en I+D, difusión y uso de las TIC) han sido mucho más bajos en España y se han mantenido por debajo de la media de Europa y la OCDE. Los expertos señalan que este patrón de crecimiento es insostenible a medio plazo porque adolece de la dotación de capital tecnológico y humano suficiente para competir en un entorno global basado, de forma progresiva en el conocimiento. Además, ni las empresas ni los ciudadanos perciben con nitidez las ventajas que aportan las TICs en la vida diaria.
Otra de las voces en sumarse al negro diagnóstico de los expertos españoles ha sido Joaquín Almunia, comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, quien ha advertido que el atraso tecnológico es un problema muy serio. Para paliar o solucionar esta situación, el comisario europeo ha instado a aumentar la inversión en educación y en I+D y a reformar la regulación actual.
El Informe Ontiveros insiste en la necesidad de adoptar estas medidas al proponer un acuerdo de Estado "para acelerar la inserción de España en la Sociedad de la Información" y otros puntos más concretos que se centran, por ejemplo, en ayudas a la 'alfabetización' digital a las pymes y a los ciudadanos.
Manuel Castells, sociólogo, autor de la teoría sobre la 'sociedad red': "La idea de alfabetizar en el uso de Internet es ridícula"
La promoción de la Sociedad de la Información no es sencilla. Los expertos no se ponen de acuerdo, sobre todo en las formas. ¿Se construye regalando un ordenador a cada ciudadano para que entre en Internet? La respuesta es no. Lo avalan estudios empíricos. "La idea de alfabetizar en el uso de Internet es ridícula", sostiene el sociólogo Manuel Castells (Barcelona , 1942) autor de la teoría aplicada de la "sociedad red", autoridad mundial en economía de la información y sus consecuencias sociales y experto incorporado por el Gobierno al Plan de Convergencia, tanto en el nivel europeo como español. "Lo que hay que hacer es crear una oferta útil antes que estimular la demanda.
La gente utiliza las TIC para lo que le interesa y estos intereses no coinciden muchas veces con los discursos oficiales", añade el profesor e investigador de la Universidad Oberta de Cataluña . Castells trazó recientemente en la Comisión de la Sociedad de la Información y del Conocimiento del Senado -el otro frente oficial para un diagnóstico de la situación- un panorama bastante desolador pero a todas luces realista y animó a políticos y gestores a que tomen decisiones "porque los diagnósticos y diseños de la Sociedad de la Información ya están hechos, pero vamos muy lentos, tanto en Europa como sobre todo en España,país que desde hace tres décadas sigue estando a la cola, en el pelotón de los torpes". Todo ello a pesar de que, según el sociólogo, la convergencia y la competitividad en el área de sociedad de la información es un tema fundamental para España pero a la vez "es una asignatura pendiente, repetidamente suspendida".
El problema reside en que aumenta cada vez más la divergencia entre Estados Unidos y Europa y también entre la Unión Europea y España . Para salir de esta situación, entre las líneas de intervención inmediata Castells propone un amplio consenso político y ,en paralelo, mejorar la banda ancha superarando la actual banda "anchita"; potenciar el uso de las nuevas tecnologías por las pymes , cambiar los mecanismos de financiación tendiendo hacia un sistema de capital riesgo, adoptar un software libre (como algunas Comunidades Autónomas) y superar la brecha digital en sus diferentes niveles sin culpar a quien no use Internet.
Autor: J. Fernández Beaumont